La estrella polar, para fortuna de los marinos, o no se mueve o se mueve muy poco como para percibirlo. Las constelaciones tampoco cambiaron, o al menos eso parece, pues no tenemos forma de compararlas con lo que se veía hace miles de años, porque nadie las registró.
Si bien no se mueven, la estrella polar no se ve en el hemisferio Sur, y las constelaciones y la Luna inclusive se ven al revés.